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  • Título: El Hospital Reina Sofía organiza un curso internacional sobre avances en válvulas cardiacas percutáneas
  • Fecha: 26-06-2014
  • El encuentro, permitirá revisar las ventajas de cada modelo valvular y contará con la presencia de prestigiosos cardiólogos europeos

    Más de un centenar de especialistas asisten al curso internacional que estos días organiza el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba para revisar la experiencia en el implante de válvulas cardiacas percutáneas, es decir, sin cirugía. Esta actividad, organizada por el servicio de Cardiología del centro cordobés, cuenta con la presencia de especialistas europeos de reconocido prestigio.

    Precisamente, entre los docentes figura el cardiólogo francés afincado en Londres Jean Claude Laborde, que ofrece la conferencia magistral titulada “presente y futuro de las válvulas cardiacas percutáneas”. El doctor Laborde es el especialista que atesora más experiencia en el implante de estas prótesis biológicas aórticas, ya que ha enseñado su empleo a profesionales de todo el mundo durante los últimos años.

    Además de la parte teórica, que permitirá hacer una revisión exhaustiva de cada tipo de prótesis, se llevarán a cabo casos prácticos en las salas de hemodinámica del hospital que se retransmitirán en directo para que los asistentes puedan seguir cada uno de los pasos del procedimiento.

    El jefe de servicio de Cardiología del Hospital Reina Sofía, José Suárez de Lezo, explica que “la importancia de este curso se centra en la posibilidad de reunir a expertos en el implante de todos los modelos de válvulas cardiacas percutáneas que existen en la actualidad en el mercado para que podamos discutir sobre las ventajas y los inconvenientes de cada uno de ellos”.

    El cardiólogo del centro cordobés apunta que “existen fundamentalmente cinco modelos, dos de ellos se usan desde hace varios años y tres están en proceso de implantación en nuestro país”. Las nuevas prótesis intentan solucionar las carencias de las que llevan más tiempo usándose y, en este sentido, “permiten mayor precisión en la suelta, es decir, resulta más fácil colocar la prótesis en el lugar exacto en el que se quiere actuar y esto ayuda a reducir o minimizar las posibles complicaciones” resume el cardiólogo.

    La experiencia del Hospital Reina Sofía se centra fundamentalmente en uno de los modelos veteranos y recientemente ha realizado los primeros implantes con una de las nuevas válvulas cardiacas con muy buenos resultados. Hasta la fecha, las principales complicaciones derivadas del implante de las válvulas cardiacas se concretan en insuficiencia aórtica residual (que la válvula no cierre correctamente) y también puede ocurrir bloqueo del corazón (cuando esto sucede es preciso colocar al paciente un marcapasos tras la intervención).

    Experiencia

    El servicio de Cardiología del Hospital Universitario Reina Sofía asumió en 2008 el reto del reemplazo valvular aórtico mediante la realización de un cateterismo, procedimiento invasivo para estudiar el corazón y las arterias coronarias por medio de un tubo que se introduce a través de la arteria femoral.

    Este hospital es pionero en el implante valvular sin cirugía (donde también se incluyen las válvulas pulmonares) y uno de los hospitales del país con más experiencia en este terreno. Las principales ventajas del implante de la válvula sin cirugía son el menor sufrimiento para el paciente, la reducción del riesgo de complicaciones y una recuperación más rápida. Estas intervenciones se desarrollan en las salas de hemodinámica del hospital bajo anestesia general y el tiempo que se emplea en el implante de las prótesis es de alrededor de dos horas.

    Los resultados de estos seis años de trayectoria se resumen en el implante de mas de 150 válvulas aórticas a pacientes con graves patologías cardiacas, fundamentalmente se emplea para corregir la estenosis (estrechez) de la aorta. Este grupo de población lo engrosan mayores de 80 años y pacientes con alteraciones asociadas. La enfermedad se produce cuando la válvula no se abre correctamente y esto obliga al corazón a trabajar más para poder bombear la sangre a través del cuerpo.

    José Suárez de Lezo señala que la estenosis aórtica es la enfermedad cardiovascular más frecuente asociada a la edad avanzada y su corrección se hace imprescindible, pues de lo contrario la esperanza de vida del paciente se sitúa alrededor del año. La función de la válvula aórtica es dirigir el flujo sanguíneo desde el ventrículo izquierdo hasta la aorta, que es el mayor vaso sanguíneo que sale desde el ventrículo izquierdo y llega al resto del cuerpo.

    Procedimiento

    El cardiólogo intervencionista practica una punción en la ingle e introduce un catéter (con un balón en la punta) a través de la arteria femoral hasta llegar al corazón con el fin de colocar la nueva prótesis aórtica. Cuando el extremo del balón está en la válvula del paciente, se infla para abrirla y prepararla para recibir el nuevo implante.

    Con mucha precisión, se coloca la nueva válvula cardiaca sobre la válvula aórtica enferma del paciente y empieza a funcionar de inmediato. Por último, se extrae el catéter, se cierra la incisión en la ingle y el paciente podrá levantarse y caminar entre las 24 y 48 horas tras el procedimiento y ya está preparado para llevar una vida absolutamente normal.

    Además, el centro cordobés también realiza, por vía percutánea, implantes de válvulas pulmonares, si bien el número de pacientes que precisa esta prótesis es menor (generalmente estrechamiento de estas válvulas). El primer implante de este tipo se llevó a cabo en Córdoba hace siete años y se han colocado 20 válvulas pulmonares a pacientes con este perfil.

    Producción científica

    En general, la producción científica del servicio de Cardiología del Hospital Reina Sofía la engrosan centenares de trabajos publicados en revistas de alto factor de impacto y presentados en encuentros nacionales e internacionales de la especialidad. Puntualmente, los estudios publicados por los cardiólogos cordobeses sobre válvulas aórticas se centra en el seguimiento del paciente a largo plazo e identificación de los factores de buenos resultados.

    Por otra parte, una de las principales líneas de investigación del hospital se centra en la terapia celular aplicada a la cardiología, es decir, el empleo de células madre para regenerar el músculo cardiaco dañado. Cardiólogos y hematólogos (Unidad de Terapia Celular) han desarrollado ya numerosos trabajos con buenos resultados en infarto agudo de miocardio, cardiopatía isquémica crónica y miocardiopatía dilatada.


    Pie de foto (de izquierda a derecha): Alfonso Medina, jefe de servicio de Cardiología del Hospital Doctor Negrín de Las Palmas; Jean Claude Laborde, cardiólogo europeo; Marina Álvarez, directora gerente del Hospital Reina Sofía; Mª Isabel Baena, delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales y José Suárez de Lezo, jefe de servicio de Cardiología del Hospital Reina Sofía.



  • Fuente: endovascular.es