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En conversaciones de amigos y familiares frecuentemente escuchamos términos como stroke, aneurisma, by pass, úlcera y várices, y la primera reacción suele ser cerrar los oídos, de la misma manera en que cerramos los ojos al ver una película con una escena violenta. Pero los oídos no tienen párpados y es inevitable escuchar. Por otra parte, no se trata de una película, sino de la vida real. Así que para evitar el espanto que nos causan esas palabras, lo mejor es conocer de qué se trata y tomar las medidas necesarias.
La medicina vascular es la especialidad que se ocupa de esos padecimientos, y para todos ellos hay soluciones a su alcance. Si hablamos de stroke o accidente cerebrovascular, se trata de una situación invalidante. Un ataque cerebral puede causar parálisis, imposibilidad para hablar, pérdida de la visión o incluso la muerte. Pero en la mayoría de los casos es prevenible. Suele producirse a causa de trastornos circulatorios por obstrucción de las arterias encargadas de llevar sangre al cerebro. Es muy fácil detectar este defecto realizando una simple ecografía de vasos del cuello, que de existir se trata y desaparece el riesgo de ataque cerebral.
Los aneurismas son dilataciones de las arterias. El más frecuente es el de la aorta, que habitualmente no da síntomas hasta que se rompe, provocando la muerte inmediata en la mayor parte de los pacientes. Pero detectado oportunamente puede ser tratado en forma segura, con un procedimiento mini invasivo a través de una punción en la ingle.
Las varices son dilataciones de las venas superficiales y suelen considerarse una afección estética, y casi todos los casos lo son. Los actuales tratamientos suelen ser altamente efectivos, sin internamiento, en su mayoría sin cirugía y con excelente resultado. Pero en algunas ocasiones sus síntomas se deben a insuficiencias venosas severas que sin el tratamiento adecuado pueden ocasionar trombosis (formación de coágulos dentro de las venas) y úlceras.
Asimismo, muchas veces los síntomas se confunden o superponen con obstrucciones de las arterias que sí deben ser tratadas para evitar complicaciones graves. Estos tratamientos incluyen angioplastias y stents, procedimientos que se realizan con anestesia local y sin cirugía. Y en otras ocasiones debemos recurrir a un by pass, algo así como un puente para saltar la obstrucción. Todo esto hace que en más de 90% de los casos, no debamos escuchar una de las palabras que más nos hieren: amputación.
Sin lugar a dudas las enfermedades vasculares son la gran epidemia de este siglo: obesidad, diabetes, hábito de fumar y sedentarismo son los males que más nos aquejan y todos nos llevan a padecerlas.
Dr. Fabiani es del Instituto de Cardiología y Medicina Vascular de TecSalud