#text { margin-left:0;} .sub_menu { display:none; }
Noticias
Por Dr. Mario Alejandro Fabiani
Especialista en Cirugía Cardiovascular
Suele escucharse con relativa frecuencia el relato de familiares de pacientes amputados que dicen: 'si, a papá le amputaron una pierna porque él es diabético' y en esa frase se justifica uno de los hechos más aberrantes de la medicina moderna. Una amputación debe ser el resultado del fracaso de múltiples intentos de intervención para salvar el miembro. El fin de un camino sinuoso a lo largo del cual se puso a prueba todo el arsenal terapéutico, médico y quirúrgico y que, por mala fortuna, no fue exitoso. Nunca es el puntapié inicial del tratamiento del pie diabético.
Veamos algunas cifras: la diabetes se erige como la pandemia de este siglo. En el año 2000 había alrededor de 350 millones de diabéticos en el mundo y se prevé que esa cifra llegue a los 550 millones en el 2030. México ocupa el sexto lugar mundial en número de personas con diabetes, siendo Nuevo León uno de los estados con mayor incidencia.
La mitad de las personas con diabetes mueren a causa de enfermedades cardiovasculares, como infarto de miocardio, accidente cerebrovascular ostrokeo complicaciones de la enfermedad de las arterias. Un tercio de los pacientes presentan enfermedad arterial de los miembros inferiores, siendo el dolor al caminar o en reposo, las ulceras, gangrena y el llamado 'pie diabético' algunas de sus manifestaciones.
Para resolver este problema, independientemente de las políticas de prevención y tratamiento adecuado de la diabetes, contamos con herramientas eficaces para evitar la mayor parte de las amputaciones.
Primero es necesario generar alerta en la población para que, ante los primeros síntomas, como son dolor al caminar, dolor en los miembros inferiores que interrumpe el sueño o lastimaduras que demoran en cicatrizar, consulten a médicos especialistas como el cardiólogo, angiólogo o cirujano vascular.
Una vez diagnosticada la enfermedad arterial, esta puede ser tratada con medicación, procedimiento mínimo-invasivo como angioplastía percutánea o con cirugía deby pass. Todas estas herramientas permiten que el 90 por ciento de los pacientes puedan salvar su pierna. Y de ese modo, se puedan valer por sí mismos.
Todo paciente al que se le indica una amputación tiene el derecho y debe pedir la opinión de un cirujano vascular.
Foto: Una vez diagnosticada la enfermedad arterial, esta puede ser tratada con medicación.
Foto: Todo paciente al que se le indica una amputación tiene el derecho y debe pedir la opinión de un cirujano vascular.
Contacto:
Instituto de Cardiología y Medicina Vascular
Hospital Zambrano Hellion
Teléfono 8888.0500